martes, 25 de septiembre de 2012

Reducir (II)



Otra característica de las reducidas es que sólo y exclusivamente reducen el pronóstico, si nuestro pronóstico no abarca los 14 triples, lo que no está incluido en el pronóstico no existe. Para las reducidas la quiniela no tiene 14 + 1 partidos de 3 signos, tiene lo que abarca el pronóstico.

La idea es muy simple,  si se pone un fijo se da por acertado, que para eso se pone, si no habría que combinarlo incluyéndolo en el pronóstico.

Además las consecuencias de fallar un fijo fuera del pronóstico son muy sencillas de cara las garantías del pronóstico, todo baja un escalón en la escala de aciertos, si se falla un fijo se falla en todas las columnas del pronóstico y en todas se obtiene un acierto menos que si se acertara.

Si se falla un doble también se baja un escalón, ya es imposible acertar 14 porque ninguna columna de nuestro pronóstico acierta el signo pero los efectos a de cara a los aciertos es más leve porque en el partido fallado es indistinto el signo que se falle del doble, quedan más columnas con solo ese fallo al poder ser 2 signos los que se pueden fallar.

Si se fallan 2 dobles es imposible acertar 13, hay 2 fallos en todas las columnas de la combinación, cada fallo de pronóstico en fijos o dobles hace bajar un nivel en la escala de aciertos.

Y todo esto es muy fácilmente controlable, sabiendo lo que “pasa dentro” del pronóstico se sabe lo que sucede cuando se falla, esto da una visión global de lo que se apuesta muy sencilla, otra ventaja  de las reducidas, el control de lo que se tiene “entre manos”

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