El Pronóstico II

Vamos a meternos en terrenos pantanosos, los que me han dado mas encontronazos dialécticos con los muy expertos ortodoxos de la quiniela que me he tropezado…..

No voy a discutir que la quiniela es pronóstico, que cada cual crea lo que quiera, yo mantengo que la quiniela es una apuesta, no es un sorteo como el de la Lotería Nacional o la ONCE.

En las apuestas “mutuas” como dice el LAE nos jugamos nuestro dinero contra el dinero de los demás, no se trata de acertar sino de acertar más que los demás y si los demás aciertan “todo” prefiero dejarlo para mejor ocasión.

La idea del pronosticador es que hay que acertar 14 siempre en nuestro pronóstico, porque solo así siempre se puede cobrar lo máximo que se puede cobrar, no se puede cobrar más que acertando 14, se cobre lo que se cobre.

El problema que no quiere ver el pronosticador, es que aunque quiera no siempre acierta 14 en su pronóstico, nadie con un pronóstico de 13 triples y 1 doble acierta siempre 14, se puede fallar el doble.

Descartando a los muchos apostantes que juegan totalmente al azar aleatoriamente dejando que sea la “máquina” la que haga las apuestas, hay también arriesgados en el polo opuesto que juegan combinaciones “al directo”, si aciertan el pronóstico aciertan 14, para eso pronostican, el pronóstico puede ser puro de triples y dobles o con condiciones pero cubriendo totalmente las condiciones.

En el “centro” del planteamiento, el pronosticador tiene un presupuesto que le permite apostar “N” columnas, quiere apostar esas “N” columnas con el 14 dentro, para eso pasa casi siempre por una fase intermedia, un pronóstico que tiene más que esas “N” columnas y tiene el 14, si no lo tiene ya no hay 14. El método “estrella” es la reducción, que existe desde que existe la quiniela y sigue con buena salud, algo tendrá, vamos a ver las reducidas al microscopio…… Se lo merecen, no son lo que aparentan.